Flamenco y Poesía




                            FLAMENCO Y POESÍA




                                                                 Por Pilar Baca Pérez



Es admirable ver como el ser humano, a poco que le sea posible expresarse, tiene la capacidad de crear maravillas a partir de ideas singulares, así nacen las artes y las ciencias.


La humanidad, a lo largo de su historia ha dado a luz innumerables muestras de expresiones creativas personales, desde las primeras pinturas rupestres hasta cualquier obra de Miguel Ángel que encontremos en la capilla Sixtina, una complicada partitura de Mozart o la sucesión de relatos, joya de la literatura árabe, recogidos en el libro “Las mil y una noches”.


Así es: pintura, música, poesía y muchas más artes creativas, como también innumerables experimentos y descubrimientos científicos y tecnológicos que han mejorado la calidad de nuestra existencia y lo seguirán haciendo, son fruto de la capacidad inventiva del hombre, fruto de la CREATIVIDAD.


Como consecuencia directa de esa creatividad, bien encauzada por la perseverancia, la humanidad dispone de multitud de tesoros, tanto materiales como inmateriales, tanto científicos como puramente artísticos, entre los que se encuentran la música y la poesía.


Dentro de la amplísima parcela de la música, me centraré en el flamenco, por ser expresión artística primigenia y esencial, casi rupestre de mi propio pueblo; por puro interés antropológico en mis ancestros y por una intrépida curiosidad en los sentimientos que provoca esta forma de expresión popular tan sui géneris que ahora ya es universal, pero que procede de una parte del pueblo, un sencillo y en su origen, puramente pueblo llano, el pueblo llano andaluz, considerando también dentro de éste pueblo a zonas limítrofes como son Murcia y Extremadura, así como también gran parte de Cataluña y Madrid por la gran cantidad de andaluces que se trasladaron a aquellas comarcas en épocas malas para Andalucía, llevando consigo su forma de ser y de expresarse, en una palabra, su arraigada cultura, que dejó poso allí por donde vivieron estos andaluces, lo que hace ver ya de antemano que ésta expresión popular va ligada a la tierra andaluza, ligada a las vivencias de esas gentes en esas tierras del sur de la península ibérica, lo cual ha dejado una huella imborrable en ellos. Estas gentes selladas con una especial capacidad creativa, son andaluzas, algunas de ellas canalizan esa sensibilidad a través del flamenco y otras a través de otras artes y oficios que nada tienen que ver con el flamenco, pero es un hecho que Andalucía es fértil tierra para el desarrollo de la creatividad.


Las melodías flamencas, prácticamente desde su nacimiento, echan mano de letras populares, es decir, letras que brotan directamente de las gentes del pueblo, a partir de historias, hechos, dichos y chascarrillos expresados de manera espontánea o también más o menos elaboradas y que casan a la perfección con éstas melodías, dada la sencillez de ambas: música y letras. 

Esto es un hecho constatado a lo largo de los años, y sigue siendo así, aunque en la actualidad el flamenco se ha especializado y aparentemente también se ha complicado, y ahora, al referirnos a la música y baile flamenco, para explicar determinados compases, hablemos de hemiolias y otros términos musicales que se repiten sin cesar en el actual mundo del flamenco, siendo sin embargo, del total de los flamencos que las nombran, un bajo porcentaje de ellos, capaces de explicar estos términos de manera realmente convincente, y por desgracia para el avance de la cultura andaluza, no están incluídos en este grupo una considerable cantidad de docentes que en sus manos tienen la enseñanza reglada profesional y superior del baile flamenco.


De la sencillez de las letras pueden dar fe dos de nuestros más importantes folkloristas andaluces: Antonio Machado y Álvarez Demófilo” y Francisco Rodríguez Marín, que por 1880 recogieron entre los dos y cada uno por separado, más de 3.000 poesías populares, siendo la mayor parte de ellas estrofas (coplas) de versos octosílabos.


De la sencillez de las composiciones musicales, puede dar fe el pueblo, con sus músicas en compases ternarios probablemente descendientes de las seguidillas, de las que se habla ya en el Quijote, lo cual demuestra que mucho antes del 1600, se venían interpretando melodias en ritmo o compás ternario, que pueden ser la base de las melodías de todos los palos flamencos, exceptuando los palos flamencos en compás cuaternario, cuyo origen tiene su propia razón de ser.


Letras y músicas andaluzas relacionadas y muy probablemente descendientes directas del Romancero español del S XV.


Así pasaron cientos de años que, música sencilla y letra llana alimentaron al niño, hoy viejo flamenco muy experimentado y especializado.


Tal vez fuera Federico García Lorca, uno de los primeros poetas al que este peculiar mundo del flamenco permite irrumpir con sus poesías en la música flamenca, claro que él también en sí, es creador de flamenco, con su rítmica poética tan andaluza, siendo por eso tan simbiótica la unión de sus poesías con la música flamenca.


Como el caso de Federico hay más. Poetas y compositores andaluces o no, pero que han mamado cultura andaluza, causa ésta que les ha llevado a criarse o educarse como andaluces, a sentir, crear y componer con una marcada rítmica andaluza, rítmica flamenca, rítmica ternaria, rítmica octosilábica, la cual ha hecho que sus poemas casen como un guante con melodías flamencas. Tal es el caso de una larga lista de poetas y compositores que iremos viendo uno a uno y su relación con la música flamenca, en esta sección personal titulada: Flamenco y Poesía.


Como así también veremos en esta sección, a músicos flamencos que se atrevieron y se atreven a romper estas normas no escritas y comenzaron a rebuscar y a mezclar poesía culta con música flamenca, transgrediendo así ese antiguo testamento apoyado por muchos y grandes herederos, creadores, recaudadores, cuidadores, transmisores y gobernantes del flamenco más rancio, los mismos que daban las llaves de oro del flamenco con cuentagotas, premio este que nunca recayó en ninguna mujer, aún habiendo sido de vital importancia la figura de la mujer en la transmisión y producción del patrimonio flamenco, pero ellos, por su condición, dada fundamentalmente por su su educación, inherente al momento histórico de la época, del que surgió el flamenco más rancio y auténtico, el que nos transmitieron y del que bebemos cuando queremos y necesitamos ir a las entrañas de nuestra cultura una y otra vez y que nos hace sentar las bases de enormes y sublimes creaciones, todos ellos nos pasaron el testigo. Flamenco aquél aún muy lejano a la igualdad de derechos entre hombres  y mujeres, por las costumbres, cultura y tradición de los creadores, presos de su propio pecado. Y aún hoy seguimos cantando esas letras machistas del flamenco, como una reliquia, como algo muy superado ya. Ojalá queden ahí, como constancia de que una vez ocurrió, como testimonio de una época, de la que aún quedan reminiscencias y que aún seguimos puliendo y mejorando, que queden ahí esas letras para que esa época no se olvide y no se repita. 


Esta sección personal, dará buena cuenta de que cuando poesia andaluza y música flamenca se unifican, el resultado es de una belleza sin igual, ya que ambas artes se potencian aún más si cabe. No es casualidad que poesía andaluza culta y música flamenca casen a la perfección, es porque quizás, además de su propósito por separado, el cual sobrepasan con creces, también están hechas pensando una en la otra y la otra en la una.



Espero que disfrutéis de “Flamenco y Poesía”

Os espero próximamente en la primera entrega:

Garfias-Morente-Habichuela


Pilar Baca Pérez






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